A la hora de elegir almohadas o cojines para nuestro mobiliario, no solemos dar importancia a su relleno, ya que a veces la función que buscamos en estos elementos es meramente decorativa.
Sin embargo, si buscamos comodidad a la hora de elegir una almohada, hoy os contaremos por qué es importante elegir bien el relleno de nuestras almohadas y cojines.
Tipos de relleno
Lo primero que debemos tener en cuenta son los tipos de relleno. De ello dependerán otras características que harán más confortables a nuestros cojines.
Relleno natural: Si elegimos uno de estos rellenos, es recomendable que lleven un certificado ecológico o sanitario. Estos rellenos suelen ser cálidos y mullidos, aunque algo menos asequible, sobre todo, en el caso del relleno de pluma.
- Algodón: su relleno es suave y se adapta a la temperatura, por lo que resulta cálido en invierno y fresco en verano. Es una opción muy higiénica ya que este relleno es transpirable, por lo que no facilita la creación de hongos y bacterias.
- Pluma: es uno de los rellenos para almohadas más caro, aunque es famoso por su calidez y comodidad. Sin embargo, una de sus principales desventajas es su fragilidad, por lo que se debe lavar con algunas recomendaciones. Por ejemplo, las almohadas con este relleno no se pueden limpiar en la lavadora.
Relleno artificial: son los rellenos más utilizados y además comparten características con los naturales ya que muchos de ellos son hipoalergénicos. Dentro de esta categoría encontramos los siguientes:
- Relleno de espuma: es uno de los rellenos más utilizados y es muy sencillo de colocar, ya que se corta y ajusta a la medida de la almohada o cojín que deseemos rellenar. Es un material resistente, pero debemos elegir una espuma de calidad si queremos que no se deteriore. Sobre todo, es utilizada para cojines de exterior o con formas.
- Relleno de poliéster: es un material hipoalergénico, por lo que es perfecto para personas que sufran alergia. Además, su limpieza es muy fácil ya que se puede introducir en la lavadora y su secado es rápido. Uno de sus inconvenientes es que se puede deformar, quedando la parte del centro más plana que las extremidades del cojín o almohada.
- Relleno de fibra: la fibra es un material transpirable, por lo que permite la oxigenación de la almohada y evita que esta se humedezca. Además, esto también evita los malos olores. Una de sus ventajas es que es un relleno muy ligero y esponjoso, por lo que su recuperación después de apoyarse en ellos en inmediata. Estas características favorecerán nuestro descanso, ya que a pesar de ser voluminosas, son suaves. En cuanto a su lavado, aconsejamos que se sacudan varias veces a la semana para favorecer la eliminación de humedad y se deben secar al aire libre, ya que no se pueden exponer a temperaturas elevadas.